Los implantes dentales son dispositivos médicos diseñados para reemplazar los dientes perdidos. Consisten en pequeñas fijaciones de titanio que se insertan quirúrgicamente en el hueso maxilar o mandibular, actuando como raíces artificiales para sostener dientes de reemplazo, tales como coronas, puentes o dentaduras completas.
Componentes de un Implante Dental
- El Implante: Un tornillo de titanio que se integra con el hueso a través de un proceso llamado osteointegración.
- El Pilar: Una pieza intermedia que conecta el implante con la prótesis dental.
- La Prótesis: La parte visible del diente de reemplazo, que puede ser una corona, un puente o una dentadura.
Historia y Evolución
- Antigüedad: Se han encontrado restos arqueológicos que sugieren intentos rudimentarios de reemplazo dental en antiguas civilizaciones, como las mayas.
- Siglo XX: En la década de 1960, el ortopedista sueco Per-Ingvar Brånemark descubrió la osteointegración, revolucionando el campo de los implantes dentales.
- Desarrollo Moderno: Con avances tecnológicos y materiales, los implantes dentales se han convertido en un tratamiento altamente efectivo y seguro para la pérdida de dientes.
Proceso de Osteointegración
La osteointegración es un proceso biológico en el que el hueso vivo se fusiona con la superficie del implante de titanio. Este proceso es crucial para asegurar la estabilidad y durabilidad del implante.
Beneficios de los Implantes Dentales
- Estabilidad y Funcionalidad: Funcionan como raíces de dientes naturales, proporcionando una base estable para los dientes de reemplazo.
- Prevención de la Pérdida Ósea: Ayudan a mantener la integridad del hueso maxilar y mandibular, evitando su reabsorción.
- Estética Natural: Ofrecen una muy buena apariencia si se hace con un profesional capacitado
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